jueves, 25 de agosto de 2005

2 Lunas y Media.


Anoche tuve un final de día bonito e inesperado. Ya que anoche, antes de dormir, estaba tumbado pensando mucho en Lunna y me asomé afuera un rato y cual fue mi sorpresa al ver algo que no veía así en años: Sobre el bullicio de la calle con sus coches y sus gentes, ví sobre el parque que tengo a la derecha mío toda preciosa y silenciosa a la Luna, media luna que dejaba ver media cara suya y ocultaba otra, acompañada en todo su recorrido, por una brillante y enorme estrella que era la única visible, que es Venus, la que siempre acompaña a la Luna cada noche. Hacía mucho que no se dejaba ver por ahí y si querías verla tenías que salir a buscarla a ver donde estaba.
Me alegró mucho estar asomado, observándola, y contándola con la mente las cosas que rondaban mi cabeza. Era un contraste curioso, el ajetreo de la calle que al mirar hacia arriba hacia ella, era como evadirse de ese jaleo y estar solo con ella en silencio, al son de los grillos que era el único sonido que admitía en mis oídos.
Pero más aún me gustó, tras estar un buen rato en su compañía, hasta que se ocultó tras la fachada y contarla las cosas que quería contarla, donde duermo tengo detrás una ventana que por su esquina deja ver un pequeñito rincón de cielo en lo alto, y al cabo de un buen rato acostado tan a gusto sobre el suave corazón, me giro, miro ese rincón como tantas veces, pero esta vez, ahí estaba ella, ocupando ese pequeño trozo de cielo para darme su luz y mirarme. Estando en aquel momento iluminado por dos Lunas. La que está las 24 horas en mi cuarto sonriendo y la original de dos caras.
Es curioso cómo cada día sale por sitios distintos y a horas diferentes. Como si jugara a esconderse para que adivines por donde está y has de encontrarla. Recorriendo el cielo poco a poco sin hacer ruido para no despertar a nadie, y que no se note su caminar, tímidamente, callada.
Y casualmente, tras la noche acompañado por las 2 Lunas, al día siguiente me entero de que está por aquí, aunque no pudiera verla y mi cuerpo no estuviera hoy nada bien, pero al menos ya supe el porqué de las cosas que me vienen pasando a veces el último mes y medio. Pero sentir su presencia bajo el mismo cielo que miro cada día ya me llenaba por dentro. Me hubiera gustado mirar sus ojos, darla una sonrisa todo feliz y abrazarla. Ays...
Al menos, espero que hoy vuelva a asomarse al cielo como la vi ayer.

"El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas".

#Banda Sonora: "Quique González - Los Motivos".

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