lunes, 29 de junio de 2009

He aprendido...



Si algo he aprendido es a analizar las vidas de las personas que me rodean, sus circunstancias, sus miedos, sus tristezas, sus querencias, sus pensamientos llegando a la comprensión y así conocerme también mejor por dentro; a saber dar las gracias con educación; a valorar todo lo que me rodea; a buscar el lado amable de todo, sea agradable o desagradable; a distinguir lo bueno de lo malo; a creer en un mundo lleno de Sugus de fresa donde cada día tenga un rato dulce por muy agrio que quiera ser; a ponderar y saber ser justo; a coger las raíces de las malas hierbas y cultivarlas para que crezcan brotes verdes; a perderme para algún día encontrarme; a querer lo que quiero; a que el conejo de las horas perdidas gire de nuevo sus manecillas para que crezcan los recuerdos; a soñar y vivir ese mundo de sueños esperando que una mañana alguno se haya cumplido; a esperar y crecer; a reir y echar de menos; a plantearme el futuro y buscar un camino en esa glorieta de la que partían varios trazados de opciones.

He aprendido a través del mundo y de las experiencias, de la vida, de mi, de mis defectos y particularidades, y sobre mi mismo. Y doy las gracias a quienes han contribuido a que así sea.

viernes, 26 de junio de 2009

Bipolar.


Cada vez más las ideas se aclaran. Tras vacilaciones, disyuntivas y pareceres, se vislumbran conclusiones más a la vista. Sigo mis opiniones y mis pensamientos, en los que cada día, es un nuevo día muy distinto del de ayer. No se qué pasará mañana, sólo lo que ha ido siendo el hoy y el ayer. Pero cada vez lo tengo más claro. Y no me da miedo. Ni me preocupa.

Ultimamente, la vida cambia cada día. Y en poco tiempo evoluciona muy deprisa. Teniendo que adaptarse rápido a cada novedad. Todo ello, modificando los carriles, los rumbos y las estaciones. Siendo bipolar seguramente, hoy estoy aquí, mañana allí. Pero cada vez más en una sola unidad. En mi mismo.


A las 20.05 en el banco. Metamorfosis.

lunes, 22 de junio de 2009

Escapada Emeritense.



Tras estas 3 semanas fuera, se podría decir que mañana ya empiezo a estar aquí de nuevo con vida más normal. Ya que primero han sido 18 días como cada año en los Escoriales a modo de vacaciones aunque tocara volver a Madrid para trabajar y volver allí, se pudo salvar por un año más. Con vida relajada, cogiendo colorcito, barbacoas, chocolate y picatostes, noches de tormenta y de estrellas, de fiestas de San Bernabé con su castillo final de fuegos artificiales… fueron 3 semanas estupendas como cada año, previas a este fin de semana.
El fin de semana que se casaba mi prima emeritense-mexicana Cristina desde que me enteré en la anterior boda, la de mi hermana en Septiembre. Y ya llegó y pasó fugazmente tras tanto sabiendo de ella. Habiendo sido en conjunto una boda estupenda, tanto por la escapada como por el parador y la celebración en si.
Un rápido viaje de 26 horas donde tras llegar allí, fue con el tiempo justo para registrarse y prepararse para bajar a la capilla. Porque estuvo genial que era la primera boda que nos pillaba fuera de Madrid y estábamos reunidos todos juntos en el Parador de Mérida, que es precioso por fuera y por dentro, al ser un antiguo convento del siglo XVIII rehabilitado como parador, y les quedó muy bonito con su profusa decoración sobre una base rústica, los patios interiores con su pozo a modo de claustro, el jardín con las columnas y la piscina, el gym y sauna, su amplitud, y la capilla para las celebraciones.
Hacía como 15 años que no iba por Mérida desde que fui a Lisboa, y lo recordaba muy bien, con su característico horizonte con el edificio de “Ocaso”, y me hacía ilusión volver vagamente, bajando por la carretera hacia Portugal, y entrar en la ciudad viendo el acueducto de los Milagros. Y tras bajar al parking y hacer el registro, me encantó ver la habitación con vistas a los tejaditos y a la torre con un nido de cigüeñas donde estaban las crias y al lado la madre (o el padre :P). Un ambiente de paz y sosiego se respiraba en un lugar así. Con una amplia habitación bien dotada y con sus detallitos de bienvenida. Cotilleando todo, jeje, como es habitual. Y preparándonos ya para bajar a la boda, con la odisea de mi hermano y yo por localizar a mis padres y poder coger lo que faltaba, que aunque bajemos 10 minutos tarde tuvimos la suerte de que se retrasó 10 minutos y justo llegamos para ver a la novia bajar del coche y entrar de la mano de su padre.
Fue una rápida celebración donde la sorpresa fue el poema que leyeron que había compuesto mi hermana para la ocasión y que ya publicaré aquí cuando lo tenga. Tras la cual, vinieron ya los saludos tranquilamente y vernos todos tan guapos vestidos. Pasando de ahí al jardín donde se servía el cocktail de aperitivo que con el calor extremeño de 40 grados fui directo a 3 vasos de sangría bien acompañados con canapés de salmón que es lo mío donde vaya y las croque de gambas, jeje. Y pensar que allí me acordé de la Musseta que estaría haciendo por aquí de las suyas… :P
Momentos para hablar unos con otros más tranquilamente, previo a la cena en sí donde fuimos pasando poco a poco cada uno donde estábamos distribuidos. Bastante diferente de lo esperado. Con un menú bien amplio a base de entrantes varios previos al cordero y el postre nupcial, y bien regado con bebida, jeje. Así acabé de boa total entre el sueño y la comida que modorra...

Una larga cena hasta pasada la 1, tras la cual vino el baile del vals entre los novios y las parejas, con pachangueo de canciones de veranos típicas o de éxitos de ahora, y barra libre hasta las 4. Y así poder hablar también mejor todos. Los más fiesteros seguían hasta las 7 en una disco que estaba al lado, y el resto a descansar y dormir para el día siguiente.
Mi primera noche en un parador y me encantó la estancia de estar allí. Así como el hecho nuevo de que ese día dormíamos toda la familia en el mismo sitio. Encontrándonos de nuevo en los pasillos y por la mañana en el buffet del desayuno, que eso no se perdonaba, jeje, por muy poco que durmiera. Dándole buen tiento a todo, sobre todo por ver que era el “Tecula Mecula” :P Los menos madrugadores acabaron en la cafetería y tras recoger todo y pagar, despedidas y una pequeña vuelta por el centro para salir de regreso para acá.
Con una pequeña parada en Trujillo para tomar algo y recordarlo con su Plaza Mayor, las casas nobles, el castillo y la iglesia, con un aperitivo de domingo pero en un escenario más bonito. Como postre final a encarrilar directos a Madrid. Tras 3 semanas fuera, ya era la vuelta a la normalidad... La siguiente boda... ¿para Septiembre del 2010? ;-)

viernes, 19 de junio de 2009

En Dos Mundos Divergentes.


Como si de una máscara se tratara, con ella puesta se ve todo de un modo falso, con unos colores preciosos, similar a "Los Mundos de Coraline", y si salgo de ese mundo con botones en los ojos, se ve el mundo real desde otra perspectiva, con colores distintos. Queriendo lo que no tengo y teniendo lo que quiero ya que solemos querer más de lo que tenemos o de un modo distinto.

Así, ultimamente me fijo mucho en la gente, la escucho, veo su comportamiento, sus palabras, sus vidas desde donde estoy y se ve de todo. Como aves de paso. Comparándome y suspirando de alivio o de deseo. Así, continuo pisando cada minuto que pasa acostumbrado como antes. Vuelvo a ponerme los botones en los ojos que todo lo tapan y regreso a ese mundo donde todo es como lo quieres. Donde el agua apaga el fuego y el ardor los años. Dos mundos divergentes que caminan por separado. Uno real y otro irreal, como dos vidas que viven por separado aunque quieran creer que viven juntas. Y al final, la única vida que escojo es, como dice Sabina, la del pirata cojo con pata de palo, con parche en el ojo, con cara de malo; el viejo truhan capitan de un barco que tuviera por bandera un par de tibias y una calavera y partiré de viaje enseguida a vivir otras vidas.

miércoles, 10 de junio de 2009

Las 23.23.


Las 23.23.
Una hilera de luces naranjas como una serpiente interminable anaranjada que serpentea. La luna asoma tímidamente tras las nubes con un tono también anaranjado. Una espesa niebla que te rodea y te hace sentirte camino de otro mundo. Sin ver por donde vas ni adonde vas. ¿Y si nunca termina y es eterna?
Una gasolinera fantasma. Salgo de ella e inmediatamente se apaga todo dando un toque misterioso y tétrico a porque se fue toda la energía, similar a una película de miedo, en medio de una carretera oscura y vacía. ¿Y la gente de dentro donde está? ¿Y esa música que suena de fondo?
Todo desaparece en la oscuridad que asoma la ladera de Abantos. Sólo permanece el color negro y la música...

viernes, 5 de junio de 2009

El Cielo Roto.


El cielo se asemeja a un espejo roto donde el cielo azulado se rompe por abajo dibujado por la silueta encrespada de las montañas en color negro iluminadas sólo por las lucecitas de los pueblos que las habitan. El dibujo de un cielo roto como en un espejo, donde se mira uno y ves una imagen distorsionada.

Y una voz acompaña ese paisaje.

En la noche escucho el rumor de las hojas de los chopos acariciadas por el viento, mientras en el cielo se dibujan nubes pintadas por el color blanco del pincel de la luna. La banda sonora la crean los grillos. Cierras los ojos y escuchas su melodía al tintinear las alas. Mientras los pájaros que hasta hace nada no paraban de trinar, están callados escondidos entre las hojas durmiendo hasta el amanecer. En el horizonte se dibuja en tonos naranjas la gran urbe mientras aquí un pueblo tranquilo duerme plácidamente.

Veo un destino, frases y un avión que sobrevuela con alas invisibles.