viernes, 8 de diciembre de 2006

Dejá-Vu.

Una película que tenía muchas ganas de ver, aún sin saber bien su argumento, pero que me atraía mucho. Y me ha encantado!!!!!!!!:D Por cierto, gente que quiera verla, que no me lea esto que le estropeo la gracia :-P Tony Scott y los Bruckembeiger nunca fallan.
Al principio, parecía la típica peli policiaca de terrorista, bomba e investigación, teniendo un punto aburrido. Pero cuando pasa la mitad y explican el intríngulis de verdad, ahí sí que ha cogido gran interés que engancha hasta su final que te metes en la historia a fondo.
Tratando sobre uno de mis grandes sueños que tantas veces hubiera querido: Cambiar el pasado.
Te lo explican de tal modo científico que se pierde uno, pero ya que se sobre el tema, no me ha costado mucho entender el asunto de los agujeros de gusano como un día publiqué en este blog ;-)
Y está genial ver cómo ven el pasado y siguen toda su vida 4 días antes del suceso. Hasta tal punto de cambiar los hechos; cuando a través de la máquina envía una nota escrita a su otro Yo del pasado para avisarle de la bomba y que evite que ocurra y ver cómo llega esa nota a los 4 días de antes a su mesa. Y para más caché, donde más interés gana el momento, cuando parecía acabada la trama, ver que se va a enviar a él mismo al pasado para salvarla a ella y al ferry. Siendo muy curioso ver la explicación ahí de todas las pistas extrañas que iban surgiendo a lo largo de la historia y no se sabía porqué habían pasado, dando a entender en un guión estupendamente pensado y escrito, que ese presente que estaban viviendo ya tenía “restos” de hechos que iban a pasar después, como si el presente ya supiera que el protagonista iba a retroceder en el tiempo y dejaría huellas suyas y hechos a horas extrañas, y que al final tienen su explicación lógica.
Algo que tantas veces hubiera querido poder hacer: Viajar a ciertos pasados para rectificar hechos vividos y hacer que no ocurran de ese modo. Aunque pase cómo aquí ocurría, que no puede haber dos personas iguales en un mismo espacio porque alteraría todo el curso normal y no podrían verse. Sobrando uno de ellos que en la normalidad ha de ser el que viene del futuro sabiendo todo lo que va a ocurrir. Y aún así, no se puede cambiar el rumbo de los hechos, sino solamente el modo en que van a ocurrir. Y si se cambian, hay que atenerse a las consecuencias que ello pueda acarrear. Para bien o para mal. El destino tiene su secuencia lineal de lo que va a pasar, y si en medio de esa línea introduces un cambio, provocas un nuevo camino que lo cambia todo. Pero lo que ha ocurrido, de un modo u otro, debería pasar igualmente. No se podría resucitar a un muerto. Porque cambiarías toda su vida y la de sus alrededores.
Aún así, verle moverse en los 4 días antes y conseguir salvarla, estar con ella cuando ya la ha visto muerta y en su funeral, y hacer que siga viva, teniendo la sensación luego de que ya la conocía de antes, me ha recordado algo que muchas veces he soñado y me hubiera encantado poder realizar en algunos momentos.
Vivir ese “Dejá – Vu”.

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