jueves, 7 de julio de 2005

El 11M Y 11S de Londres.

Extrañado al ver demasidos más policias de lo normal por todos lados; hasta las 8 de la tarde que he recogido el diario gratuito de la tarde, no me he enterado bien de que hoy ennegreció Londres. Totalmente incrédulo leo rápidamente y al llegar a casa viendo las noticias, mi sorpresa es aún mayor. Algo oí en el hotel de que sucedió pero no estaba claro el qué.
Esperaba que la ciudad que resultara ganadora ayer, sufriría algún tipo de represalia por ello y por asuntos exteriores ajenos. Pero no esperaba tal magnitud, como lo sufrimos aquí y en Nueva York en su momento. Al saber los detalles, se notaba que era algo típico de los de Al Qaeda. Para ellos era ya la ciudad que les faltaba: Bush, Aznar y ahora Blair. Estando convencido de que tenían ya planeado algo así para cualquiera que fuera la ciudad ganadora. Y que si hubiéramos ganado, algo parecido habríamos sufrido. Por ello, me alegró que no hayamos sido los elegidos.
Y me parece horripilante que, tanto ayer la decisión de la ciudad olímpica se basara en hechos políticos ajenos al proyecto presentado, que Nueva York no nos diera ni un voto por la política exterior de ZP. Que si esos dos votos de nada, nos los hubieran dado, entre París y nosotros, seguro que nos los daban a nosotros y habríamos ganado. Y todo, por política. Asco de política. Que deja fuera al juego limpio del deporte y a la unión que nos da unas Olimpiadas.
Así como hoy que mezclaran el triunfo inesperado de Londres, con una muestra de Al Qaeda de su fuerza contra Blair y sus decisiones. Sufriendo por ello personas inocentes que viajaban a sus trabajos en hora punta, que no tienen nada que ver. Que vayan contra los altos mandos que son los que toman decisiones y no contra la ciudadanía que no tienen culpa de nada.

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