viernes, 13 de junio de 2008

La Sopa de Piedra.


"Un fraile que realizaba una colecta llegó agotado y hambriento a casa de unos campesinos. El fraile les pidió algo, pero los campesinos no le dieron nada y ni siquiera lo invitaron a comer. Entonces el fraile les dijo que se prepararía una sopa de piedra. Los campesinos se rieron de él, pero el fraile, que era muy astuto, les dijo que dicha sopa era un manjar exquisito.
Cogió una gran piedra y preguntó: “¿Podeis dejarme una olla?” “Claro”, contestaron. El fraile echó en ella bastante agua, puso la piedra en el fondo y preguntó: “¿Puedo poner la olla en el fuego?”. Los campesinos accedieron. Al cabo de un rato el fraile destapó la cazuela y puso cara de susto. Los campesinos le preguntaron que qué pasaba y éste les dijo: “Esta sopa está sosa, necesita un repollo y un poco de sal”. Los campesinos se lo dieron todo. Pero al poco tiempo el fraile volvió a probar la sopa y dijo que le faltaba chorizo. Los campesinos se lo dieron y el fraile lo puso en la olla. Hasta que dijo: “¡Ya está lista!”. Y se comió el caldero en un santiamén. “¿Pero qué va a hacer con la piedra?”, le preguntaron los campesinos, algo preocupados. “Todavía le queda sustancia así es que la guardaré para la próxima sopa”, contestó el fraile".


Si te encuentras en un apuro, intenta poner en marcha la imaginación: te puede salvar.

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