La tradición de decorar huevos durante la Pascua es muy famosa en el Centro y Este de Europa y en América. Su origen se sitúa en la Edad Media, cuando la Iglesia prohibió consumir huevos durante la Cuaresma.
Los huevos eran guardados durante los días prohibidos, y cuando se terminaba esa etapa de ayuno, la gente se los regalaban los unos a los otros. Para conservar y mantener frescos los huevos se les daba una fina capa de cera líquida.
Este fue el inicio de la costumbre de colorearlos y decorarlos para regalarlos después. En Cataluña existe la tradición de que los padrinos regalen a sus ahijados el Domingo Santo los tradicionales "Huevos de Pascua". Y como manda la tradición, el "Conejo de Pascua" los esconde por la casa y toca buscarlos después para comerlos ;-)
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