“Las estrellas irradian y se iluminan cuando son felices y cuando sus corazones tienen motivos para latir “.

Esa frase venían a decir esta noche a grosso modo ;-) Y al oírla y al ver el final con las 2 estrellas en el cielo viviendo juntas, recordé una en concreto. Aquella que el 13 de Octubre en el cielo empezó a brillar para ella, dedicada por mi. Aquella que aunque pareciera tan virtual e irreal, la intención era como si del mismo cielo la trajera. Algo coincidente y que me hizo cierta gracia con el argumento del comienzo: Cómo él (un chavalín de nada nunca mejor dicho XDXD), al ver una estrella fugaz se decide a ir por ella en muestra de su amor a esa chica (menuda lista :P).
Por ello, si una estrella del firmamento lleva su nombre y brilla por ella, al ver la escena me giré, porque la vi a mi lado y sólo con verla se nota que se cumple el título del post… ;-) No sólo porque me encante verla y las sensaciones que despierta su imagen para mi, sino por cómo la veo y por cómo la siento. Siento lo que pasa por su interior. Sus ojos y su sonrisa interpretan su estado y, si no interpreto mal lo que dicen, jeje, me encanta que en cada despertar y hasta el anochecer, esos signos me hablen así de ella en silencio. Porque su aura resplandece. Y ella brilla. Un resplandor que, en la dificultad del día a día, busco iluminar, por millones de motivos y, a la vez, por uno sólo.

(El resto del post era bastante personal para ser publicado ahora. Y sólo sería leído por una persona. Así que sólo dejo los dos primeros párrafos ;-) ).