Es la puerta que separa dos mundos. El de los que aguardan y el de los que pululan. Tras sus hojas corredizas opacas se espera con nervios ver la cara que esperamos. Todos reunidos de distintos sitios pero juntos en un mismo momento esperando lo mismo. Unos caminan, se sientan, miran, hablan... Y mientras en el cielo viajan nuestras otras vidas. Las que ahí detrás aparecen desde diferentes lugares con caras sonrientes...
Así, un avión no sólo lleva personas, también acerca vidas, corazones y trae cercanía. Sintiendo tu presencia detrás de aquellas puertas tras tomar tierra. Y sólo 2 horas antes tus pies tocaban suelo francés. Buscando entre tantas caras la tuya. Muchos rostros de diferentes personas que se juntaban allí con sus seres queridos que les aguardan. Todos aguardamos. Con diferentes procedencias y motivos de viaje ahí se juntan ambos mundos.
Y fugazmente, te encontré entre todas esas caras anónimas y aparecistes por esas 2 hojas que aguardaban que la traspasaras para poder abrazarte por fin :) Era la frontera entre tú y yo. Pudiendo dejar de sentir tu ausencia que tanto notaba estos 7 días en mi y en esta gran ciudad.
Si te he añorado en una semana, no se que sería estar sin ti...
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