Escape.

Tras la doble alegría, mmm….no, ALEGRON!!:-P recibido ahora al ver su comentario y su SMS de hace 2 días, con tintes telepáticos al ser ese SMS del mismo momento en que yo escribía aquí sobre ella; de dos mentes que mantenían una conexión que no se corta, que aunque haya bajado a tarifa plana, va a ser otra vez un ADSL de 20 megas entre nosotros, jajaja; quería escribir sobre la escapada de hace unos días.

Tras tantas lluvias de estas últimas semanas, días de oscuridad, frio y nubes oscuras, que gran lujo para la vista un día festivo en Madrid por ser la Virgen de la Almudena, decorado en un precioso día de cielo azul y sol que invitaba a salir de la ciudad.
Y ya que se fue al traste el plan principal, me gustó mucho más el plan improvisado. Recoger a mi hermano en Las Rozas para encaminarnos por las recónditas carreteras al puerto de Navacerrada rodeado de un precioso paisaje camino arriba, con un trazado de curvas constantes. Para al llegar arriba del puerto con un frio que pelaba :-P , empezar la pronunciada bajada de las 7 Revueltas tan cerradas para bajar hasta Valsaín a través de un paisaje de pinos parecido a las carreteras de un videojuego; para alguien que conducir es una droga y se haría miles de kilómetros, que lujazo de curvas estrechas y cerradas, chirrio de ruedas, marchas… wuas!!una pasada, jejeje (el mismo día que hace un año me hize mi primer viaje con el rojito;-)); donde ya abajo, en el pueblecito pequeño de casitas de los leñadores que trabajan la madera de la zona, comeríamos en un sitio muy agradable un menú típico de aquellas tierras castellanas. Por mi parte, unos judiones de la Granja y un Cochinillo asado…MMM….:-P Rico ricooo!!!;-) Con una camarera que se ganó el “Servicio Wow” XDXD Estando muy a gusto en la comida todos juntos en un día lejos de todo, de la ciudad, de trabajos, preocupaciones, y el día a día en un ambiente tranquilo y distendido.
Y para bajar la comida, subimos a la “Boca del Asno”; un paraje que está un poco más arriba, a modo de mesitas para comer y descanso, donde comienza una ruta de senderismo realmente preciosa para perderse y olvidar todo, que lleva hasta “Los Asientos” unos kilómetros más adelante.
Su comienzo es un espectáculo que llena los 5 sentidos. Donde me maravillé del paisaje que me rodeaba. Con un puente que atraviesa el río Eresma, a su paso por las montañas, que tras las intensas lluvias pasadas, bajaba con un caudal lleno a rebosar que descendía con fuerza, dejando un estruendo al paso del agua. Me bajé a una mini catarata a hacerme fotos (que pena que este blog ya no me deje poner fotos porque están estupendas, y yo también, jajaja :-P). Comenzando allí el ascenso y descenso a través de las laderas que bordeaban su orilla que se va rodeando en su trayecto, en un paisaje tranquilo y puramente otoñal que me encantó disfrutar. Con el sol bajo de la tarde entre los troncos de los árboles, con el trino de los pájaros, en un ambiente húmedo, con los helechos, los líquenes, una gran cantidad de musgo que acabará vendiéndose en la Plaza Mayor en Navidad :-P , y ya en temporada de setas, te las encontrabas por toooooodos lados, de todos los tipos, de las buenas, venenosas, grandes, minúsculas… y gente recogiéndolas con sus cestas. Cogí una realmente grande que hasta en foto se la ve gigante, y otras diminutas… Un paseo entre desfiladeros con el color del otoño, perdido entre umbrío y fresco regalo para los sentidos. Que parecía sacado en algunos pasajes, de alguna peli de terror en un bosque y en otros el típico entorno de los belenes; sobre todo al atravesar el puente final de piedra umbría. Hasta llegar a la pradera final dejando atrás el boscoso lugar y encarrilando la amplia extensión que llevaba a Los Asientos, punto final del trayecto.
Un estupendo día de relax en un entorno muy bonito en estas épocas del año y en un día lleno de luz. Con una rica comida y una ruta senderista que invitaba a perderse entre su paisaje sin importar el mundo.