El cielo se asemeja a un espejo roto donde el cielo azulado se rompe por abajo dibujado por la silueta encrespada de las montañas en color negro iluminadas sólo por las lucecitas de los pueblos que las habitan. El dibujo de un cielo roto como en un espejo, donde se mira uno y ves una imagen distorsionada.
Y una voz acompaña ese paisaje.
En la noche escucho el rumor de las hojas de los chopos acariciadas por el viento, mientras en el cielo se dibujan nubes pintadas por el color blanco del pincel de la luna. La banda sonora la crean los grillos. Cierras los ojos y escuchas su melodía al tintinear las alas. Mientras los pájaros que hasta hace nada no paraban de trinar, están callados escondidos entre las hojas durmiendo hasta el amanecer. En el horizonte se dibuja en tonos naranjas la gran urbe mientras aquí un pueblo tranquilo duerme plácidamente.
Veo un destino, frases y un avión que sobrevuela con alas invisibles.
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