lunes, 30 de agosto de 2004

La llama no se apagó, sigue en todos nosotros.

Tras 2 semanas de esfuerzos, de lucha y juego, limpio o no, los Juegos se despiden de Atenas. Nos han acompañado cada día, con mejores y peores momentos. Viendo la alegria de los triunfadores y el aplomo de quienes buscaban la victoria.
Si la llegada de la llama olímpica a su pebetero fue emocionante, ver bajarlo a medida que llegaba su portador, esperando con ilusión ese momento, el momento en que se daba paso a las distintas celebraciones deportivas, más aún de emotiva ha sido su despedida, el momento en que la llama decía adios al lugar de sus orígenes.
Con un simbolismo muy bonito que llegaba a todos los corazones. Viendolo bajar, con una niña vestida de ángel esperando su llegada para recoger una porción de su luz, de su energía y simbolismo de unión entre todos los pueblos. Recogiendo el testigo que cruzará el mundo hasta tierras asiáticas, donde una exótica cultura espera con alegría, esperanzas y muchas ganas el relevo de volver a unir a todos los pueblos del mundo en actos donde reina la paz, donde no existen las diferencias, ni las guerras, ni la política. Sólo 15 días que nos unirán de nuevo para que la única competencia que haya sea por una décima de segundo o por una medalla más.
Esa llama no se apaga. Permanece siempre viva, viajando cada día y permaneciendo latente hasta el día en que llegue su momento. Llama que vive dentro de todos nosotros, en nuestros corazones, seamos o no aficionados al deporte. Que vivimos cada día, en todos los ámbitos de la vida. Con un afan de superación, de lucha por el triunfo. Buscando medalla de oro en todas las disciplinas de la vida. Dando lo mejor de nosotros para conseguirlo. Todos somos deportistas olímpicos, en los Juegos de la Vida.
Y si tengo que dar medalla de oro, plata y bronce para esos juegos, el Oro es para María, para Cape, por mantenerse en lucha constante, acompañada por todos nosotros, en todos los momentos que la han venido, sin razón alguna que lo explique, en todo este tiempo presente y pasado pero cuyo esfuerzo y fuerzas merecen un premio, ya que estoy muy orgulloso de ella :-)
La Plata es para Laura P, para Bony, por razones parecidas tras los momentos por los que ha pasado en su vida personal que nunca la han dejado decaer y siempre está en alto aunque a veces haya días flojos, pero que gracias a su extraordinaria forma de ser y tenacidad, nada puede con ella, y tampoco dejaré que nada lo haga. ;-) Contagiando su alegria por muy triste que esté uno, dando todo de ella solo por ver a alguien que quiere sonsacar una sonrisa. :-)
El Bronce viaja al norte, a Meli, a Pooh. Por su fuerza de voluntad y su tesón. Por sus esfuerzos en todos los aspectos personales y profesionales, yendo donde haga falta para aprender o para trabajar…Esforzandose mucho cada día, aún por encima de problemas personales. Poniendo todo de su parte en cualquier faceta que se le presente.
Paz y Amor.

Efjaristó. Yásas.

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