Amanece sobre la ciudad, a la que ya me he acostumbrado pero no hay que hacerse ilusiones que sólo soy un mero viajante y esta ciudad no me pertenece ya que mi ciudad está en Madrid.
Aún así, se sigue aprovechando el sol sobre Manhattan que empieza con un mega desayuno para cargar pilas para la mañana que discurrirá paseando barrios que nos faltaban por conocer como Greenwich Village, o sea, el Chueca de NY, con sus tranquilas calles y tiendas de lo más variopinto, y la estatua homenaje a una pareja homosexual. Antes, pasamos por Washington Square para ver la famosa plaza con su arco que mi hermano en ningun viaje encontró, al lado de la universidad. Y de ahí ya empezamos a hacer ronda de compras que teníamos pensadas desde el domingo que echamos el primer vistazo a la tienda NBA, Disney, MOMA, FAO, tiendas de ropa donde te traías cosas bien chulas y baratas... revisitando la Quinta Avenida y la catedral de San Patricio, en su contraste neogótico metida entre rascacielos. Haciendo fotos que perdimos, comiendo los típicos perritos por la calle, paseando la avenida Madison y el Madison Square Garden, o la Biblioteca Pública, en avenidas donde reinaba un silencio particular, un olor característico en toda la ciudad, y entre sombras por la altura de los edificios.
Así echamos el día a base de pasear, hacer fotos y las compras pendientes de tienda en tienda. Para dejar todo en el hotel, y ponerse uno guapo para ir a Broadway!:) Que teníamos cita con Shrek!jeje. Un musical allí!Que ilusión!Revivimos el bullicio de Times Square de camino al teatro y ya allí, una vez dentro, que bonito estaba el escenario el cual recreaba un bosque entero de cuento. Con la consabida chapita y CD que compré, jeje. Y ya cuando empezó... alucinante!Es la historia de la peli en musical y estaba genial hecha!Las canciones, los escenarios de detallados, los personajes, la historia cómo la narraban... con medios que no creí que vería allí y que es verdad aquello de que allí no se hacen como aquí. Que hacían que te sintieras dentro de la historia y se fuera el tiempo volando sin ganas de que acabara. Matando casi a Shrek de un tropezón por el pasillo, jeje.
De la que salimos la cena última especial fue en el Carmine´s que es un restaurante allí famoso de pasta, que lo puso Robert de Niro y está decorado muy a su estilo, donde predominan las fuentes de pasta con albóndigas que aún para 2, comen 4 y no puedes acabar. Y después un cocktail en el Bubba Gump de los que nos gustaron, para despedir la noche y dar el último paseo nocturno por la ciudad y Times Square de camino al hotel... Con las últimas luces de la noche.
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