lunes, 6 de marzo de 2006

Y un día cualquiera, despiertas, miras a tu alrededor, y te das cuenta de que todo es diferente, sin que te hayas percatado en tanto tiempo. Has vivido automáticamente cada día, sin pensar, sin saber si es ya un mes u otro, avanzando y sin saberlo, retrocediendo a la vez. Viendo cada noche y en cada amanecer la luna cómo avanzó en su recorrido, sin pensar. Dando paso al fugaz paseo del sol, sin saber. Llueve, sopla el viento, nieva, brilla la luz, piensas… Pero no sabes el qué.
Escuchas una canción, te ries, te preocupas, te entristeces, pero en el fondo no sabes porqué. Porque lo que de verdad hay dentro de ti, está latente sin dar el chip de querer salir a tu mente. Lo mantienes oculto.
Y un día cualquiera, despiertas, miras a tu alrededor, y te das cuenta… de que ha pasado todo ese tiempo y no te has dado cuenta de todo lo que ha pasado, y de todo lo que no has podido compartir tuyo y ajeno; quedándote la pregunta de cómo pudo pasar. Preguntándote: ¿Ya es marzo?. ¿Qué ha pasado con Febrero? ¿Y Enero?. ¿Me he dormido y no los he vivido?. Esa escapada a Barcelona ya la hiciste y no supe nada, y ya llega Valencia y no me di cuenta. Teatro, conciertos… Todo eso pasa y mi cueva hotelera me dejó hibernando sin ver pasar el mundo girar. Sin hacer nada. Pero haciendo lo mismo en mi cueva.
Me lo advirtieron, lo tuve en cuenta, pero ese mundo que te rodea sin saber, lo inundó todo y me invadió sin darme cuenta.
Hasta hoy.
Y te encontré. [………………………] Este trozo encorchetado no se puede poner ahora.
Pero hallé una sensación que me decía algo… Me dejó una huella tuya diferente. Sin reconocer la misma persona que hace nada encontré. Algo nuevo. Te sentí de otro modo. Que extrañado me dejó. Faltaba algo… ¿El qué? Dímelo tú.
Y se avecinan cambios. Buenos, malos. Pero sólo importará el “arte de la melancolía”.
Para que esos cambios no afecten y si lo hacen, no sea como hasta ahora.
Si lo pregunto no serán respuestas certeras. Pero, algo ocurre.
Mañana despertaré, será un día más. Pero todo será igual. Un día más en la cercana lejanía de un viaje por un mundo de sueños y colores abstractos.
En dos realidades distintas de cada día, que habrá que buscar separar, para que no siga interfiriendo la realidad del color.
Y la luna ya está en lo alto del cielo, buscando al sol pero es una carrera que nunca podrá ganar.
Buenas noches y hasta mañana, mundo del color.

No hay comentarios: