domingo, 25 de septiembre de 2005

Alcosseber.



Este año se cumplía el año 26 que iba allí. Los mismos años que tengo. Y seguramente ha sido el último año que vaya. Inesperadamente, la noche del 31 de Agosto, supe que en escasas horas me iba para allá :-D Sorpresa que tanto me alegró durmiendo 5 horas y preparándolo todo a las 6 de la mañana. Emprendiendo rumbo allí en una nube de sueño, sin casi darme cuenta de que dejaba atrás Madrid y me encaminaba hacia la costa.
Se trata de un lugar donde he pasado cada verano desde mi infancia, el que me ha visto crecer cada año, y yo a él le he visto también crecer y cambiar año tras año…
Se trata de un lugar al cual le tengo yo y mis hermanos un cariño increíble. Sin poder estar un año sin ir porque sería un bajón la falta de estar allí. Y deseando poder comprar allí un apartamento al cual poder ir sin problemas.
Se trata de un lugar al que me plantee ir a trabajar y vivir allí. Aunque hay más opciones que me permitirían igualmente subir cuando quisiera allí.
No es más que un pequeño pueblo, antiguamente de pescadores, muy muy pequeño que depende de otro pueblo cercano, Alcalá de Xivert, para cualquier cosa (ayuntamiento, taxis, transportes…) que hasta hace poco pasaba desapercibido. Pero el Turismo ha llegado mucho a ella y ha mostrado a los turistas todos sus encantos, alcanzando así la fama que ha conseguido. Tanto el pueblo, dotado ya de estupendas infraestructuras para el turismo, con el moderno paseo marítimo, y los establecimientos de alrededor, el mostrador de información y lo típico de un pueblo turístico de la costa.
Pero además, a 2 km de allí, está el amplio complejo de urbanizaciones. Donde estoy yo. Un espacio alrededor de la Playa de las Fuentes, rodeado de pequeñas y muy originales urbanizaciones, que forman un pequeño pueblo todas juntas entre sí.
Un espacio amplio, pero que recuerdo originariamente lo distinto que era… Cuando sólo existía una: “Arcos”. Los más emblemáticos y típicos de allí. Los originarios de lo que es hoy. Ahora más decaídos de cuando eran apartahoteles llenos de vida y servicios. Ahora más perdidos debido a los mejores y más completos que le rodean. Como fue el “Marino”, unas pequeñas casitas blancas cuadradas a distintas alturas de arriba abajo, al lado del paseo, justo en la playa, que parecen tunecinas, encaladas de blanco, con sus terrazas de retama, y sus flores y palmeras; “Eurhostal” típico años 70; “Arcos 2” sucesores de los primeros sin nada que ver. O los del monte de detrás tan curiosas que van en hilera a lo largo de la falda del monte. Hasta los ya más modernos y recientes de estructura más de ahora. Siempre sin rebasar alturas de 5 pisos. Muy bajitos, y distintos a las típicas torres que se ven en Gandía o Benidorm. De ahí su originalidad. Son un lugar de relax y libertad donde son todo espacios abiertos alejado de toda civilización como es Madrid.
Pero que es a esos primeros a los que les tengo tanto cariño y donde compraría uno. No hay vez que pase por ellos que pasen por mi tantos recuerdos de la infancia, jugando en el mini golf esos torneos, en la piscina con más miedo, en el parquecillo con las amigas que tenía, tardes de ping-pong…
Recuerdo lo tedioso y pesado que era cada año ir allí en coche, ya que no era como ahora autovía moderna que llegas a Valencia en nada… Sino por la antigua Nacional, pasando por todos los pueblos, en un coche antiguo, con mis 2 hermanos al lado y yo en medio apretujado y aburrido. Por eso, cuando veíamos al fondo, la “casita blanca” en lo alto del monte ella sola, de la que quiero hablar otro día su porqué, era la prueba de que estábamos llegando. Y al bajar la sinuosa y (aún) estropeada carreterilla de las urbanizaciones “Las Fuentes”, cuando veía “Arcos” llegar al fondo era la mayor de mis sonrisas, como me las produce ahora 26 años después.
En postales antiguas tengo aquellas imágenes de lo distinto que era aquello, solo pinos y esas casitas que ahora están más urbanizadas. De los primeros apartamentos naciendo, a medias construidos. 3 bloques de izquierda a derecha, pero lo curioso es que son también 3 bloques uno tras otro, iguales pero a altura distinta, y hacen una bajada juntos muy original. Pues son postales de cuando uno no estaba, otro a medias y otro sí que se me hace extraño ver… Rodeado solo de pinares que ya no están.
Así como el puerto deportivo de ahora que entonces no estaba y eran solo bloques que rodeaban la rocosa costa donde ahora está el puerto y el camino al pueblo que entonces era tortuoso de llegar. Con sus casas construídas sobre alta mar para que sus dueños puedan dejar su yate en la puerta de su casa como quien deja el coche en la puerta :-P
Y el Faro de Cala Mundina. Al lado de donde comienza la Sierra de Irta y su parque natural. Que en su momento tampoco existía. Y ahora es paseo de cada tarde de muchos que lo han descubierto.
Siempre que estoy allí escucho conversaciones de gente que va por el paseo, que vienen del Hotel que llevan un año allí y a veces creen que lo saben todo de allí, y me siento extraño al saber que soy de los primigenios que descubrieron aquel lugar y sabe tantas cosas de él. Viéndole hacerse mayor. Y en cada esquina encontrarme recuerdos de la infancia desde que gateaba por la playa a solas porque me escapaba siempre :-P
Hoy como primer post del regreso, quería poner un resumen de lo que significa aquel lugar para mí, al cual siento que me va a ser muy complicado volver y con quien quisiera ir allí. Para otro dejo las cosas curiosas que hize y que me han pasado estas semanas por allí, así como sentimientos y recuerdos que afloraban en aquellos rincones.

"Si no quieres que se sepa, no lo hagas".

#Banda Sonora: El "brum brum" de la Fórmula 1 en Brasil ;-)

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