Quiero alas así para poder volar y por un momento ver ese sol acariciandome en un lugar desconocido que ni yo sepa donde estoy.
Tras una tarde agotadora, exprimido como una naranja, sin tiempo para mi ni ganas ni de comer ya, salgo de allí con la sensación de que mandaría todo a la mierda y me iría tan a gusto a lo más lejano del planeta. Ya lo pensé ayer cuando regresaba por la noche sin ser un pensamiento malo sino de curiosidad de en ese mismo momento que estaría pasando en otros países del mundo; y pensé en sentirme real en Asia, en Australia, en América, en Japón, Rusia o los Polos en el mismo día. Pero hoy ya fue más soñado.
Harto de lo mismo de siempre, de la misma de siempre, de que siempre pase lo mismo y de comerme la mierda de otros. Me daban ganas al salir y coger el coche de volar rumbo adelante y no pensar que sólo puedo seguir un camino que me lleva al mismo sitio para mañana también.
Si me aprietan las tuercas por un lado, por otro y por otro, al final la maquinaria salta estallada. Pero bueno, ya no se de que me extraño si siempre es lo mismo... Asumiré que no tengo vida, que da igual que esté solo o acompañado y que sólo tengo un destino mientras la vida no sea mejor. Porque hasta ahora, vaya asco si no es por uno es por otro. O a lo mejor es que mi vida es un asco.
Sea como sea, este Petit Tiguer está agobiado, y a su vez, harto de ver siempre lo mismo que le trastoca todo y a la vez de no ver nada.
Pero bueno, mañana es un día más y vendrá Marzo que es el que va a ser la incognita de si soy un mero robot o podré tener y ser una persona normal. Mientras, hasta mañana y adios Febrero que tal como fue no quería que acabaras para dar paso a no se sabe que Marzo será...