La Serpiente de los Mares.

A las costas de Nueva Inglaterra llegó el rumor de que una serpiente de ojos rojos, piel dorada y colmillos venenosos surcaba los mares. Los pescadores, aterrorizados, dejaron de pescar y muy pronto la ruina se instaló en sus hogares.
Aunque nadie había visto a la serpiente, las autoridades ofrecieron una recompensa a quien la capturase. Llegaron cazafortunas de todos los lugares, pero ninguno logró verla. Hasta que a un cantante de voz prodigiosa se le ocurrió que él podría paralizarla como lo hacen los faquires en la India. Así es que una noche de luna remó y remó mar adentro y se puso a cantar con una voz tan bella y dulce que… la serpiente salió de las aguas como hipnotizada. El joven, que había tenido los ojos cerrados, cuando los abrió vio que el enorme animal le miraba mientras escuchaba su canto. En ese momento llegó un ballenero, y cuando los marineros estaban a punto de lanzar sus arpones, el cantante dejó de cantar para salvar la vida del animal. Entonces se rompió el hechizo y la serpiente te sumergió en las aguas sin un rasguño. Agradecida, desapareció para siempre, mientras el joven, pasados los años, se convirtió en un afamado cantante de ópera.

"Una decisión acertada y a tiempo nos puede conducir por caminos gloriosos e insospechados".